Hace dos años creó una empresa de licores artesanales.

Al principio, su forma de vestir no requería de ningún tipo de dedicación excesiva, su día a día se basaba en la elaboración del licor en la nave de producción.

Su problema empieza con la tarea comercial. Primero se movió por su zona, donde ya era conocida, pero gracias a la alta calidad de su producto, empieza a cerrar reuniones con personas y empresas expertas en vender productos selectos y únicos.

Acude a mí, para que la asesore en su look personal en el menor tiempo y con el menor dinero posible, adaptándome a sus nuevas necesidades laborales.

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